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sábado, 12 de noviembre de 2016

Música Algorítmica en Emacs, el editor universal

Una manera muy recomendable de emplear programas para música algorítmica es a través de Emacs (Editor MACroS), un editor de texto que puede ser configurado y personalizado a través de scripts y paquetes de código escritos en Emacs Lisp, un dialecto propio de Lisp. 

https://www.gnu.org/software/emacs/emacs.htmlEmacs, está estrechamente ligado a la historia del proyecto de software libre. Fue ideado por Richard Stallman, cuando era estudiante en el MIT. Es altamente configurable: podemos programarlo para que se comporte y realice ciertas tareas para cada tipo de archivo y entorno de programación que deseemos. Usando entonces un sólo editor, tenemos a disposición un IDE (Interactive Development Environment) para cada lenguaje de programación.

Pero lo que hace a Emacs una de las mejores opciones para música algorítmica y live coding es que es posible--para lenguajes interpretados como Lisp, Python, Haskell y otros--evaluar línea por línea, bloque por bloque, el código escrito. Por ejemplo, puedo tener iniciado el servidor de SuperCollider y crear y hacer sonar sonidos sintetizados en tiempo real, diseñados empleando el lenguaje nativo, sclang, o Haskell. Al mismo tiempo puedo tener una ventana en la que puedo ir interactuando con CSound, incluso a través del lenguaje Haskell, y otra más donde uso Lisp o Scheme para interactuar con Common Music.

Emacs corriendo Tidal, en las dos ventanas de la izquierda, y SuperCollider, en las dos ventanas de la derecha. Por tanto puede ejercitarse en vivo códigos en los dos lenguajes, Tidal y ScLang.
 En general, esta potencialidad hace de Emacs el paraíso para escribir programas en lenguajes interpretados, ya que el código podemos ir probándolo en tiempo real mientras lo escribimos. En la actualidad, con los diversos programas que han surgido para hacer música asistida por computadora, los cuales podemos verlos como sistemas de sonorización de fórmulas y procesos algorítmicos, la idea original de Stallman convierte a Emacs en una suerte de instrumento musical, una interesante herramienta de arte sonoro.

Tenemos SuperCollider, por ejemplo. En la distribución de los archivos fuente de este programa, en la carpeta editors/scel/el, están los archivos que conforman el paquete en Emacs Lisp para interactuar con SuperCollider en tiempo real desde Emacs. En Planet CCRMA hay una guía que explica cómo preparar y usar Emacs para esto.

Hay varios proyectos que permite hacer sonidos en SuperCollider a través de Haskell, un lenguaje de programación funcional. Uno de ellos es hsc3, de Rohan Drape y otros. Instalarlo es muy simple pata quienes ya programan en Haskell. La distribución incluye un archivo llamado hsc3.el, que es el script que configura a Emacs para que se conecte con el interprete de Haskell, cargue los módulos de hsc3 y, de esta manera, podamos comunicarnos con SuperCollider en tiempo real, pero a través de Haskell. Rohan Darpe ha realizado otras interfaces con SuperCollider para otros lenguaje de programación funcional: rsc3 y smlsc3. Rsc3 es el acronimo de R6RS Scheme SuperCollider, y permite comunicarse con SuperCollider desde Emacs a través del lenguaje de programación Scheme. Lo mismo permite smlsc3, pero a través de SML (Standard ML), otro lenguaje de programación funcional.

Hay otro paquete para hacer live coding de patrones : tidal, un minilenguaje embebido en Haskell, creado por Alex McLean. Como hsc3, la distribución de los archivos fuentes de tidal incluyen un script en Emacs Lisp, tidal.el, basada de hecho en hsc3.el, y que permite configurar Emacs para trabajar patrones usando tidal, SuperCollider y SuperDirt, una biblioteca de sonidos preestablecidos listos para trabajar con tidal y SuperCollider. Se incluye una guía de instalación y un buen tutorial que explica cómo crear patrones con tidal.

La última versión de CSound, uno de los primeros programas para hacer música con computadoras, incluye soporte para live coding. Para CSound hay también una interface para trabajar desde un lenguaje embebido en Haskell: Csound-expression. Funciona en manera similar a tidal, pero está pensado para hacer sonidos por síntesis en tiempo real. Incluye una guía que explica en forma sencilla como trabajar con este paquete de Haskell para hacer sonidos en CSound. Para usar csound-expression con Emacs, sólo hay que configurar Emacs para trabajar con el intérprete de Haskell, y cargar el módulo Csound.Base:
> ghci
Prelude> :m +Csound.Base
Prelude Csound.Base>

Por supuesto, también podemos usar Emacs para hacer música en Common Lisp o en Python, sólo que no hay en este momento las facilidades que existen ya en otros lenguajes. Las primeras versiones de Common Lisp Music, hasta la versión 2.10, fueron pensadas para ser usadas desde Emacs. En Python, como hemos visto, existen algunos paquetes para producir sonidos y hacer composición algorítmica vía MIDI, como pyknon.

Las posibilidades son amplias, incluso existen otros lenguajes para hacer live coding. Acá sólo nos hemos centrado en sistemas en los que podemos trabajar desde Emacs. Hay que reconocer, sin embargo, que no es una labor muy sencilla, pero quien hace live coding debe saber programar, pues de eso se trata, de hacer música improvisando códigos al vuelo y en público.

domingo, 12 de junio de 2016

Alfredo Del Mónaco: Mousiké, amistad hecha música, danza y poesía

Sergio Givone, en su Historia de la Estética, comenta que los griegos empleaban dos palabras distintas, con significado diferente, para referirse a lo que actualmente llamamos arte. Una era tékne: disposición a producir objetos que supone cierta habilidad, instrumentos adecuados y conocimiento del fin. Para los griegos, este concepto refiere a actividades que no tienen una finalidad estética, así que, en este sentido, la tékne griega sobrepasa el dominio de lo que en la actualidad llamamos arte. Pero no por incluir otras actividades, la tékne griega incluye más ya que esta definición deja por fuera otras actividades que hoy consideramos arte: la música, la danza y la poesía. Según Givone, los griegos empleaban una palabra para referirse a estas artes: mousiké. Así que para nosotros, la mousiké griega se presenta como un género artístico determinado en el que no valen las diferencias que con el tiempo se establecerían, por ejemplo, entre música y poesía.

Esta distinción entre tékne, las artes que implican cierto oficio manual, y mousiké, las artes liberales o no utilitarias, plantean una tensión entre la idea del arte como un producto manual que funda un mundo y organiza un espacio simbólico, por un lado, y la idea del arte producto del entusiasmo, el furor, la locura divina, como en el caso de la poesía y la música. Esta última idea del arte fundaría una estética de la producción artística, una estética del genio, donde el artista aparece como un instrumento ciego de la divinidad.

Los comentarios de Givone respecto al concepto de mousiké de la Grecia antigua resultan apropiados como introducción a un breve escrito del compositor venezolano Alfredo Del Mónaco: Música desde la poesía.

No se trata de una profunda reflexión estética ni de un manifiesto artístico. Del Mónaco simplemente comenta, en una manera muy anecdótica, su encuentro con Sonia Sanoja y Alfredo Silva Estrada. Del Mónaco, cuando realizó estudios en el Centro de Música Electrónica de Columbia y Princeton, compuso Tres Ambientes Sonoros para Sonia Sanoja. Uno de los ambientes consiste en un poema de Silva Estrada: Hacia el Refugio Axial y Diferido, recitado por la propia Sonia. Un fragmento:

Hacia el refugio axial y diferido,
en la espera de soles que niegan su andadura
mientras en nuestra sangre se conciertan,
va dándose esta voz
Unida a la sazón de lo imposible en fuga,
confiándose otra vez a ese viento inicial que se vuelve trasmundo,
renovando las ebrias estructuras de las lluvias sin norma
y el responso de fuegos que aturden su albedrío
en un vaivén agraz.



Audio de Metagrama: I. Hacia el Refufio Axial y Diferido

Del Mónaco describe cómo luego somete a transformaciones los fonemas pronunciados hasta hacer surgir la música desde el poema y finalmente fundirla con la danza de Sonia, Mousiké en una obra de la Caracas de comienzos de la década de 1970. Comenta Del Mónaco: "Y así de nuestra amistad nació nuestra fraternidad de música, danza y poesía".


Referencias:

Givone, Sergio: Historia de la Estética. Madrid: Tecnos, 1999.

Mónaco, Alfredo Del: "Música desde la Poesía". Publicado en Borzacchini, Chefi: Acercamientos a Alfredo Silva Estrada. Caracas: Grupo Editorial Eclepsidra, 2005.

sábado, 4 de junio de 2016

Música lambda

En 1936 el matemático Alonzo Church demostró que no podemos determinar si hay un procedimiento que nos permita saber de antemano si un problema matemático tiene solución o no. Es un resultado equivalente al que probablemente ese mismo año llegó en forma independiente el matemático Alan Turing empleando la máquina universal abstracta de su propia invención. Para demostrar la existencia de problemas indecidibles en matemática, Church, a diferencia de Turing, empleó un sistema lógico matemático conocido como el cálculo lambda, un formalismo para definir funciones computables que luego se convirtió en el fundamento de lo que hoy conocemos como lenguajes de programación funcionales. De ahí que sea frecuente encontrar en portadas de libros, sitios de Internet y proyectos basados en algún lenguaje funcional la letra griega lambda empleada como logotipo.

Lo cierto es que el cálculo lambda esta íntimamente relacionado con el concepto de algoritmo. De hecho, se podría decir que constituye el fundamento de los lenguajes de programación funcionales. Es natural entonces que el logotipo que identifica el proyecto de Heinrich Taube (Common Music) sea un fragmento de partitura con una letra lambda como clave:

http://commonmusic.sourceforge.net/

Fig. 1: Logo de Common Music. Se emplea la letra griega Lambda como símbolo

Common Music, ahora conocido como Grace en su versión gráfica, es en general un sistema ideado para hacer composición algorítmica. Permite transformar representaciones algorítmicas de procesos y estructuras musicales en una variedad de protocolos para controlar el despliegue de eventos sonoros y, en las últimas versiones, permite crear sonidos desde cero por cualquier método de síntesis. El problema para muchos es que, aunque Grace es una interfase gráfica, el modo de trabajo con este programa exige escribir algoritmos en lenguaje Scheme (Grace), Common Lisp (Common Music) o Sal. Este último lenguaje pareciera el más apropiado ya que fue ideado por el propio Taube especialmente para principiantes. Scheme y Common Lisp son ambos dialectos de Lisp, uno de los lenguajes de programación mas antiguos; ambos lenguajes Common Lisp y Scheme son de uso general, es decir, no exclusivo para composición algorítmica. Recomendaría hacer un esfuerzo e intentar emplear los lenguajes de uso general ya que, si los aprendemos, permiten desarrollar aplicaciones de otros tipos, además de las musicales. Por otro lado, Lisp es un lenguaje que se ideó para hacer inteligencia artificial, en el paradigma simbólico que supone que la inteligencia consiste en procesos de operaciones sobre símbolos. Como había establecido la condesa de Lovelace en 1842:

Supóngase por ejemplo que las relaciones fundamentales de producción de sonidos en la ciencia de la armonía y de la composición musical fuesen susceptibles de tales expresiones y relaciones [las de la ciencia abstracta de operaciones, es decir, el álgebra], la máquina podría entonces componer piezas musicales elaboradas y científicas de cualquier grado de complejidad y extensión . . . Existe un sistema de símbolos que pueden emplearse en lugar de los objetos que representan, de manera que puedan realizarse con esos símbolos las mismas operaciones que se realizan con los objetos representados..

El creador de Common Music, Heinrich Taube, escribió un excelente libro de música algorítmica: Notes from Metalevel.

Fig. 2: Portada de Notes from Metalevel, libro de Heinrich Taube, creador de Common Music

El libro reúne en una secuencia coherente casi todas las técnicas y procedimientos estándar empleados en composición algorítmica:
  • Proyección y sonificación
  • Probabilidades: azar y aleatoriedad
  • Procesos de Markov
  • Patrones en composición
  • Composición espectral
Además de una explicación bastante accesible de estos tópicos, el libro incluye innumerables ejemplos que pueden probarse en Common Music, la versión 2. En este aspecto supera textos de composición algorítmica como el de Gerhard Nierhaus, Algorithmic Composition.

Fig. 3: Portada de Algortihmic Composition: Paradigms of Automated Music Generation, de Gerhard Nierhaus. Excelente síntesis de los fundamentos y procedimientos en música algorítmica

El texto de Nierhaus es muy bueno. Comienza con una extensa reseña histórica de la música algorítmica que se remonta a los métodos empleados por Guido D'Arezzo en el siglo XI para generar melodías a partir de versos. También incluye capítulos separados para cada uno de los métodos estándar empleado en composición algorítmica:
  • Modelos de Markov
  • Gramáticas generativas
  • Redes de transición
  • Caos y autosimilaridad
  • Algoritmos genéticos
  • Autómatas celulares
  • Redes neuronales artificiales
  • Inteligencia artificial

Como puede observarse, el libro de Nierhaus extiende al de Taube por cuanto incluye además capítulos dedicados a explicar la aplicación de algoritmos genéticos, redes de transición, autómatas celulares, redes neuronales, así como uno que considera las posibilidades de la inteligencia artificial para hacer composición algorítmica. Incluye un capítulo donde expone el uso de gramáticas generativas en composición algorítmica. Estas permiten una aproximación interesante, especialmente en el análisis y armonización de melodías.

Martin Rohrmeier. por ejemplo, ha propuesto una sintaxis generativa de la armonía tonal, la cual puede considerarse como una aproximación a una formalización de la teoría armónica tradicional. Rohrmeier sostiene que la armonía tonal puede ser formalizada perfectamente a través de una gramática libre de contexto, la cual consiste en una lista de reglas de reescritura:
 Fig. 4: Algunas reglas de reescritura de la gramática libre de contexto propuesta por M. Rohrmeier como formalización de la teoría de la armonía tonal tradicional

La base armónica de una pieza simple está constituida por una jerarquía de capas; la más superficial de estas capas es una secuencia de grados fundamentales y el resto de capas son secuencias de funciones tonales que agrupan varios acordes.
Fig 5. Análisis en forma de árbol de un fragmento de la estructura armónica de una coral de Bach

Existe un programa, HarmTrace, que desarrolla esta aproximación a través de una formalización de las reglas de la armonía tradicional empleando los tipos de datos algebraicos del lenguaje Haskell.

 Fig. 6: Formalización parcial de la teoría de la armonía tonal tradicional a través de tipos de datos algebraicos del lenguaje de programación Haskell

Como puede observarse, una Pieza es una lista de frases; una frase es una secuencia de funciones tonales; las funciones tonales son generadas por grados fundamentales. 

El programa realiza análisis armónicos: toma una secuencia de acordes indicados en un archivo de texto, descritos con una sintaxis especial, y regresa su análisis, que puede ser visualizado como un diagrama en forma de árbol. El programa deduce las funciones de los acordes y su contexto. Este tipo de análisis son útiles para la recuperación de música o en el estudio musicológico de cuerpos grandes de partituras digitalizadas, ya que los resultados de los análisis permiten una medida precisa de la similaridad armónica.

 Fig. 7: Representación en forma de árbol de la estructura armónica armónica de una secuencia simple de acordes. Un análisis similar es el resultado producido por HarmTrace.

Puede observarse como una pieza, en su capa profunda, es una secuencia de funciones: PT-PD-PT. Pero en el nivel superficial tenemos grados fundamentales: C-F-D:7-G:7-C. Estos grados están agrupados en funciones cada vez más generales en las capas más profundas de la jerarquía.

Desde el punto de vista de la teoría musical, este enfoque cuestiona los métodos de análisis armónicos exclusivamente funcionales o exclusivamente estructurales, demuestra que ambos puntos de vista funcionan como una jerarquía de capas superpuestas. En consecuencia, son más cercanos a la realidad musical esos análisis híbridos, que superponen a un análisis por grados fundamentales un análisis por funciones.

Volviendo ahora al libro de Taube. El texto está escrito bajo un enfoque que no es difícil asociar con los adelantos en ciencia cognitiva. En su presentación de la arquitectura de Common Music, Taube explica por qué ha elegido el paradigma orientado a objetos. Pone en claro que desarrolla e implanta conceptos como el de proceso, el cual ha sido esencial en ciencia cognitiva. Recordemos que hubo un tiempo que, en ciencia cognitiva, se consideró a la mente como constituida o simulable a través de procesos computacionales (concepción funcionalista y cartesiana de la mente). A esta idea se le llamó la metáfora computacional y, aunque en los desarrollos más recientes, desde aproximadamente la década de 1980, ha sido cuestionada en favor de otros enfoques, sigue rindiendo beneficios. Un importante psicólogo cognitivo canadiense, Zenon Pylyshyn, escribió en 1984 un profundo texto, Computation and Cognition, donde defiende y radicaliza el punto de vista computacional de la mente:


Eso fue en la década de 1980, pero desde este punto de vista, el trabajo de Taube en Common Music es realmente impresionante, ya que prácticamente logra un entorno de composición en el que la computadora te obliga a razonar musicalmente. El paradigma orientado a objetos le permite a Taube implantar su concepto de sonido parametrizado:

Un evento de sonido parametrizado codifica sonidos en forma de una colección de propiedades llamadas parámetros del sonido. Un sonido es codificado primero definiendo un conjunto apropiado de parámetros que describen sus características y luego se asignan a estos parámetros los valores específicos que constituyen cada instancia del sonido. Todos los sonidos tienen un conjunto básico de propiedades que las descripciones del evento debe codificar, pero todo el conjunto de parámetros para un evento sonoro dado dependerá de la naturaleza del sonido [. . .].

Yo mismo he empleado la versión 2.10 de Common Music y he refacturado una librería escrita en ANSI C por Bill Schoestaedt, llamada Fux, la cual resuelve contrapuntos de especies de acuerdo a las reglas indicadas por Johann Joseph Fux en su libro Gradus ad Parnassum.



 Fig. 8: Partitura generada por el programa Fux: contrapunto a dos voces en cuarta especie sobre un bajo tomado del tratado de contrapunto de Noel Gallon.

También he extendido Common Music con un paquete de funciones que he llamado dodecaphony el cual puede emplearse como un asistente de composición en la creación de música dodecafónica. Puedo generar imágenes con series producidas por la máquina, en sus diferentes formas, puedo generar la matriz de una serie (sencillo), algo muy útil para el análisis y la composición:

Fig. 9: Capturas de pantalla que muestra el uso de emacs para trabajar con el programa dodecaphony.


 (a) Fragmento de código en Lisp para dodecaphony


 
  (b) Matriz generada para una serie dodecafónica, generada por la instrucción:
 (pp-row->matrix (make-row-list)



(c) Serie y sus transformaciones. Generado automáticamente por dodecaphony. Se despliega evaluando la expresión simbólica: (dodecaphony :view t)

 (d) Frase dodecafónica, en estilo puntillista. Generado automáticamente por dodecaphony. Se despliega evaluando (make-pointillistic-phrase 2).

Es una pena que en mi país estos avances llamen poco la atención de compositores e interesados en inteligencia artificial y ciencia cognitiva. Los músicos evitan usar lenguajes de programación porque les parece difícil. Los estudiantes suelen preferir usar programas de interfase gráfica, como Audacity. Quienes hacen inteligencia artificial se ocupan generalmente en problemas de ingeniería, y los interesados en ciencia cognitiva . . .  realmente no sé, no conozco a nadie personalmente.

En realidad, el uso de estos métodos y de la computadora como asistente no garantiza la creación de obras interesantes. La calidad estética de una obra no se mide por la profundidad de los cálculos matemáticos empleados para crearla, ni por la complejidad teórica de los algoritmos usados para programar un computadora. Pero la composición algorítmica permite al compositor romper con el sentido común y lo obliga a actualizarse respecto a los resultados de ciencias como la matemática, la ciencia cognitiva y la computación. Esto implica una persona informada, con herramientas críticas, con una manera de pensar en consonancia con los resultados actuales en investigaciones científicas. La composición algorítmica representa un paradigma de composición adecuado al mundo en que estamos imbuidos en la actualidad. Esto implica sincronía con los recursos de la época, una ampliación de horizonte de posibilidades.


Referencias

Heinrich Taube: Notes from Metalevel. New York: Routledge, 2004.

Gerhard Nierhaus: Algorithmic Composition. Wien: Springer-Verlag, 2009.

Martin Rohrmeier: "A generative grammar approach to diatonic harmonic structure". Proceedings SMC'07, 4th Sound and Music Computing Conference, 11-13 July 2007, Lefkada, Greece.

Haas, W. Bas, José Pedro Magalhães,Frans Wiering and Remco C. Veltkamp: "HarmTrace: Automatic functional harmonic analysis". Technical Report UU-CS-2011-023 July 2011

Zenon Pylyshyn, Computation and Cognition. Cambridge: MIT Press, 1985.

Johann Joseph Fux, Gradus ad Parnassum.USA: Norton & Co., Inc., 1974. Translated and edited by Alfred Mann.

domingo, 29 de mayo de 2016

Música cubana contemporanea: Leo Brower

Sugerencia al futuro compositor: Escriban primero, analicen después.
Leo Brouwer

Recientemente mi amigo, el compositor y guitarrista León Zapata, me ha facilitado una copia en digital de un texto que desconocía: la primera parte de Síntesis de Armonía Contemporanea del reconocido compositor y guitarrista cubano Leo Brower (La Habana, 1939).

Iniciado en la guitarra por maestros cubanos, Leo Brower realizó estudios en Estados Unidos, específicamente en la universidad de Hartford y posteriormente en la Juilliard School, donde recibe la guía en composición de Stefan Wolpe. Ya en su adolescencia, en La Habana, Brouwer había escrito algunas composiciones en forma autodidacta. Debido a una herida en un tendón en la mano derecha, abandona su hasta entonces exitosa carrera como guitarrista y se dedica a la composición y la dirección de orquesta. En general, su música demuestra un fuerte basamento en la tradición musical de su país, especialmente sus primeras obras. Pero en la actualidad se le reconoce como un compositor interesado por las tendencias cosmopolitas y europeas de su tiempo. Obras como Sonograma I (1961) evidencian la asimilación de procedimientos de composición típicos de la segunda mitad del siglo XX, como la apertura al azar y a los procesos aleatorios. Sin embargo, sus obras más recientes manifiestan una vuelta a la tonalidad y la modalidad. En la siguiente grabación podrá apreciarse varias de sus obras escritas entre 1966 y 1969, su época más "vanguardista".


Brower también se desenvolvió como compositor de música para cine. Es reconocido el trabajo en el séptimo arte que ha sido desarrollado en Cuba a partir de la revolución, especialmente  a través del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC. Como una muestra tenemos el soundtrack  realizado por Brower para la película Alsino y el Cóndor, del cineasta chileno Miguel Littín.
El texto Síntesis de Armonía Contemporanea, publicado en 1972 por el Instituto Cubano del Libro, reúne una serie de ejemplos musicales tomados de la tradición centro europea que emplea para deducir, a partir de su análisis, procedimientos de composición característicos del enfoque armónico de la nueva composición musical del siglo XX. Fragmentos de obras de Bela Bartok, Igor Stravinsky, Ernst Krenek, Prokofiev, Hans Eisler, Arnold Schoenberg, Anton von Webern, entre otros, son estudiadas y comparadas incluso con otras mas tradicionales, de épocas anteriores, con el objetivo de poner en evidencia las conexiones de esta nueva música con la de tiempos anteriores. También comenta obras de autores modernos latinoamericanos y cubanos como Silvestre Revueltas, Alberto Ginastera, Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla. La idea, según observa Brouwer, no es sólo alcanzar una comprensión teórica de esos procedimientos que sirva de apoyo técnico en la composición musical, sino además permitir una interpretación instrumental de las obras adecuada a las ideas estéticas e intereses que les subyacen. Se explican una serie de recursos empleados en la nueva música del siglo XX: modalidad y pantonalidad, flexibilidad métrica, pentafonismo...


Es un texto fundamental para entrar en contacto y reconocer los valores musicales de los que ha surgido la música actual y una gran oportunidad para rememorar una época en la que la composición musical latinoamericana alcanzó unos elevados niveles de elaboración en conexión con las ideas que en ese momento se desarrollaban en el mundo de la música de concierto.


Nota
Las dos grabaciones de LPs de Leo Brouwer compartidas por esta vía fueron en algún momento descargadas de un fabuloso blog, un proyecto que ya ha sido abandonado pero en el que podemos encontrar todavía información valiosísima y  algunos enlaces vivos para descargas de grabaciones, en la sección de 2012-re-ups. El Blog se encuentra en:


miércoles, 30 de marzo de 2016

Jean Doué: Armonía al estilo impresionista

En una visita a París, mi amigo, el compositor y percusionista Oswaldo González, me llevó a una librería ubicada en las cercanías del antiguo Conservatorio Nacional de París. Es una librería especializada en música: librairie musicale Monnier. Compré varios libros, uno de ellos fue Étude technique et stylistique de L'Harmonie, de Jean Doué.





El libro presenta varios análisis de fragmentos de obras de diversos períodos de la historia de la música y expone las características técnicas y estilísticas propias de la música de esas épocas. El texto recuerda un poco el libro de Olivier Messiaen, 20 Leçons d'harmonie: Dans le style de quelques auteurs importants de l'Histoire harmonique de la musique depuis Monteverdi jusqu'à Ravel. Este libro de Messiaen presenta una serie de ejemplos de armonizaciones en varios estilos. Pero el libro de Doué se detiene un poco en cada época e introduce explicaciones teóricas, plantea varios ejercicios sobre cantos dados e incluye un apéndice con las soluciones que propone.

La última parte del libro de Doué esta dedicada a la música impresionista. Hay un capítulo dedicado a Claude Debussy y otro a Maurice Ravel.

 Claude Debussy (1862-1918)


 Maurice Ravel (1875-1937)



Destaca como característico de la armonía de Debussy:

  • Las notas agregada (sextas y novenas), generalmente usadas como apoyaturas que resuelven con el cambio de acorde.
  • Ensadenamientos de acordes en paralelo.
  • Coloración modal.
  • El uso del acorde de conceava de dominante o acorde acústico.
  • Bordaduras hechas con acordes y retardos de estas bordaduras.
    Desplazamientos de acordes.
  • Encadenamiento de acordes agregados que provienen de la escala de tonos enteros.
  • Encadenamiento de acordes agregados que provienen de la escala pentatónica.
De la armonía de Ravel destaca:
  •  Desplazamientos de acordes
  • Acordes acústicos.
  • Notas agregadas: la sexta y la tercera menor.
  • Acordes de séptima y novena.
Probablemente un estudio minucioso de la obra de estos autores revele otros secretos armónicos de la música impresionista no presentados en el libro de Doué, pero indudablemente que su concisa exposición del tema y los ejercicios propuestos son un buen punto de partida.